Los deberes principales del árbitro
están especificados en las Reglas del Ajedrez FIDE. Sin embargo, durante un torneo, sus deberes
comprenden también :
Guardar el archivo de cada
ronda
Controlar la marcha de los
relojes
Supervisar el desarrollo de la
competición
Asegurar el orden en el salón
de juego
Supervisar el trabajo del
personal técnico de la competición
El árbitro principal es el responsable de la Dirección Técnica de
la competición y está limitado
por las Leyes del Ajedrez, los reglamentos de la competición y otras normas
FIDE.
Antes del comienzo de la
prueba, el árbitro debe hacer, como parte adicional a los reglamentos, un
reglamento técnico que proporcione todas las informaciones necesarias a los
participantes, tales como dirección de la sala de juego, programa y horarios de
juego, nombre y forma de contactar a autoridades, médico, etc. del torneo.
Previamente al inicio de la
competición, el árbitro deberá
verificar todas las condiciones de juego, asegurar, a través del organizador,
todo el equipo necesario y asegurarse un número suficiente de personal auxiliar
( fiscales) de acuerdo al tamaño del torneo.
El árbitro deberá verificar
el salón de juego, las luces, la ventilación, calefacción y demás condiciones.
El árbitro decidirá si todas las condiciones de juego cumplen los requisitos
del reglamento de la FIDE.
El árbitro debe asegurar que
el sorteo de números (
para Round Robin) o
el pareo, se haya hecho estrictamente según las normas y en lugar y fecha
anunciada por el organizador. El árbitro tendrá en cuenta los casos especiales
en que el sorteo de los n´pumeros deba ser hecho de
tal forma que jugadores de la misma
federación no se encuentren, por ejemplo, en las tres últimas rondas y
así seguir el procedimiento establecido por el reglamento.
El árbitro debe asegurar que
el Comité de Apelaciones, si está preescrito en el reglamento
, sea elegido antes del inicio.
El árbitro actuará contra toda infracción de las Leyes
por parte de algunos de los jugadores, por falta o infracción que esté en
contra del interés del oponente o de la competición. Así mismo establecerá, incluso en ausencia de
una reclamación, si el límite prescrito de tiempo ha sido excedido, que la
regla de la pieza tocada sea observada y que los jugadores anoten la partida,
etc.
Se abstendrá de intervenir en casos donde su
intervención pudiera ser interpretada como ayuda a uno de los jugadores o
cuando uno de los jugadores ha descuidado su propio interés. (Art. 12-9)
El árbitro deberá estipular
al comienzo del torneo, la dirección en la cual se coloquen los relojes. Aunque
en principio, el reloj debería estar a la derecha del jugador con las piezas
negras, también debería estar colocado de tal forma que fuera siempre fácilmente
visto por el árbitro; el mismo principio debería ser conservado durante la
competición.
En caso de que el jugador
de negras quiera ponerlo a su izquierda el árbitro permitirá que los jugadores
roten su lugar, pero el reloj permanecerá en el lugar por él previsto.
Al término de la competencia,
el árbitro entregará un informe por escrito a la organización y si es un torneo
oficial a la Federación.
Este informe contará con una
reseña de lo que fue el torneo, y todos los datos y cuadros necesarios para la
clasificación ELO del torneo. En la clase referida a Sistema Suizo veremos cuales son los cuadros e
información requerida.
El árbitro y la regulación de la conducta de los
jugadores
Durante la competencia, el árbitro
tiene que seguir atentamente el comportamiento de los jugadores e intervenir
cuando sea preciso. De manera análoga, debe vigilar las relaciones entre
jugadores y comprobar que estas son correctas y deportivas. Un buen árbitro
debe tomar también todas las medidas necesarias para impedir la aparición de
disputas y conflictos en el torneo y así hacer que este siga su curso normal.
Toda irregularidad debe ser
juzgada de forma objetiva e imparcial por el árbitro, y estar basada en las Leyes
del Ajedrez FIDE y otras normas establecidas para la
competencia.
Los temas de comportamiento
se pueden agrupar en los tres apartados siguientes :
a)
actos contrarios
a las Leyes del Ajedrez FIDE
b)
actos contrarios
a la ética del deporte ajedrecístico
c)
actos que forman
parte de las tácticas del juego, pero que no se basan en elementos
estrictamente ajedrecísticos.
Son actos contrarios a las
Leyes del Ajedrez FIDE, por ejemplo : retirarse del
torneo, no presentarse a jugar una partida, analizar en la sala de juego, abandonar
la sala de juego sin permiso, hablar con otros jugadores, recabar la ayuda de
terceros o utilizar libros, notas, etc. , molestar al contrario de cualquier
manera que fuese, de antemano acordar el resultado de una partida.
Dada la incidencia que las partidas
perdidas sin jugar , pueden tener en el correcto
desarrollo de la competición, se acostumbra a no tolerar más de dos por
jugador. Una tercera partida perdida sin jugar, no tiene porque ser
consecutiva, significará para el jugador implicado la expulsión de la competición,
la apertura de un expediente disciplinario y la aplicación de las Leyes del
Ajedrez FIDE a sus resultados.
Durante la sesión de juego,
ningún participante puede abandonar la zona destinada a los jugadores, sin
permiso del árbitro. Esto se hace porque un jugador podría establecer contacto
con otras personas y recibir consejo de ellas, así como notas, libros o análisis,
todas ellas fuera del control del árbitro. Por todo ello, el árbitro puede
penalizar al jugador que trasgreda esta regla con la
pérdida de la partida.
Salvo casos excepcionales, el
árbitro no debe permitir a un jugador que le toca mover, que se aleje de su
mesa. Al hacerlo, puede despertar sospecha de que va a recibir ayuda, y aunque
esas sospechas no estén justificadas provocan un efecto sicólogico
negativo sobre el jugador que está en su mesa, por lo que el árbitro no debe
permitirlo.
Es consenso entre los árbitros
que los jugadores deben tener más cuidado en su apariencia, la imagen del
ajedrecista debería dignificarlo, vestirse apropiadamente no solo para mostrar
su respeto por el juego, sino también hacia los potenciales patrocinantes.
Por ejemplo, algunas
federaciones han prohibido el uso de pantalones cortos, camisetas sin mangas,
pantuflas y otro tipo de vestimenta inadecuada en sus torneos.